TRABAJO - ENGRANDECE TUS RELACIONES LABORALES

 



TRABAJO - ENGRANDECE TUS RELACIONES LABORALES


La comunicación lo es en cuanto se trata de transmitir verdades porque de lo contrario pierde su constructivo sentido la comunicación. Todos esperamos que se comuniquen con nosotros para decirnos verdades, lo auténtico, incluso sinceras dudas o sentimientos, pero no mentiras. Incluso no estaremos del todo satisfechos si lo que nos transmiten es aquello que llaman “mi verdad”, porque nosotros queremos la verdad, esa que está conformada sin lugar a dudas por la realidad. Con la verdad se transmite confianza y esta función de la verdad crea alegría y protege, evita que nos aislemos. Sin embargo parece común su carencia y quizá por eso parte de la humanidad se encuentra aislada, en su propio mundo para no correr riesgos. Entonces sólo me sirve “tu verdad” si está en armonía con la realidad.


Hemos visto lo importante de ser veraces en la ejecución y evaluación cotidiana de nuestro oficio, conocerlo cada vez mejor para poder ofrecer permanente mejora.  En cuanto a esta necesidad quisiera transmitir que no se capacita uno solamente para rendir más en la labor sino también para rendirle más a los demás, para que los compañeros cuenten con alguien habilitado para crear mejores posibilidades a todos en la empresa. Pero como he dicho en algún ensayo anterior, hay otro ámbito laboral en el que encontrar la verdad es importante, me refiero a la calidad que tienen nuestras relaciones laborales más allá de la eficiencia laboral eficiente, que es también asunto con el que identifican quiénes somos y cuál es nuestro aporte al ambiente organizacional.


Para entrar en este recorrido, podríamos comenzar por sincerarnos en aclarar qué son para nosotros las otras personas en la empresa, y es que para progresar en la calidad de las relaciones laborales conviene definir si a las otras personas las sabemos allí pero nuestra actitud hacia ellas es de cierta indiferencia, incluso de invisibilidad aunque se encuentren a nuestro lado. Podría suceder que les veamos sólo como parte necesaria para poder realizar nuestro quehacer o como quiénes requieren de mi trabajo para realizar el suyo. Pero podríamos verles también como a quiénes sinceramente deseamos tengan un buen y exitoso día laboral. Por último, podría ser que les veamos de tal manera que los compañeros de trabajo sepan que pueden contar con nuestra ayuda para salir de cualquier atolladero en sus tareas o en su ánimo, que de alguna manera estamos atentos a aportar algo más que el solo concurso de nuestro trabajo bien hecho. 


En todo caso conviene tener presente que el ser humano ha sido creado social, o sea, que su naturaleza requiere de la comunidad y se ofrece a ella, creado para vivir también hacia los demás desde la propia intimidad, desde allí se cuenta con el poder y el deber de ayudar. Propongo entonces desarrollar nuestra personalidad para que, estando positiva y responsablemente centrados en nuestras tareas, sepamos dar cabida a la presencia de los otros. Se trata de ir notando que no es que haya en el trabajo actividades exclusivamente centradas en la tarea y otras actividades exclusivamente centradas en las relaciones. Aunque, por supuesto, se espera que se preste decidida atención a la tarea, a ese famoso y necesario "hoy y ahora", se espera también que se acepte que existen momentos para la exclusiva relación interpersonal, como las reuniones de fin de año o de aniversario de la empresa, incluso recordar que éste o aquél está de cumpleaños. Pero también es muy importante reconocer que entre estos polos hay un ámbito cotidiano y permanente en el  trabajo para estar atentos a los demás. 


Vemos que no se trata solamente de la complementariedad vital a nuestra misión o trabajo, sino que existe una recíproca y generosa presencia personal que nos lleva a un superior nivel de desarrollo humano que nace de las relaciones laborales. Es así cómo podemos sacar el mejor provecho a nuestra vida laboral, que es también sacarlo para la empresa y para la sociedad en general. Se trata de aprender a mirar a los demás respetando ciertamente el principio de subsidiariedad, o sea, de no promover interferencia al propio y legítimo desempeño, sino hacerse consciente de que el mismo principio nos exige facilitar ese desempeño de diferentes maneras en cuanto nos sea posible. Se trata de estar dispuestos a ir más allá, a vivir sólidamente la faceta de generosidad que ese mismo principio alberga en función de la realidad integral de la persona.


Es importante que los pares, subalternos, jefes y empresarios sepan que uno está dispuesto a dejarse influir por sus necesidades, que uno no quiere ser refractario a ellas. Esto crea un ambiente de confianza y excelencia laboral. Llegamos así a la verdad más profunda en las relaciones laborales, llegamos al ámbito de la comprensión. Comprendiendo se influye respetuosamente en las personas porque al comprender se cuenta con información clara que permite llegar ágilmente a las situaciones que se manejan mejor con acompañamiento, o a conocer los problemas y sus causas desde la realidad del otro. Con esta intención se llega a sembrar semillas de bien por toda la empresa que se convertirán en árboles de confianza, la gente llegará a sentir que vale la pena trabajar en tal empresa y así cuánta eficiencia generará la comprensión, pero sobre todo cuánta paz.


Cuando la comprensión se ha instaurado como virtud empresarial, la comunicación llega a ser fluida y clara, se sabrá atender las situaciones donde hay que explorar más para conocer en qué consiste la realidad laboral y la condición personal. Al dedicarnos a este nivel de comunicación veremos que hay que poner esfuerzo para mantenerse allí porque se sufre de un querer hacerse del tiempo sólo para lo propio, donde los demás casi no tienen cabida y esta parece ser una tendencia. Para trabajar de manera exitosa esta posibilidad de humanización en el desarrollo empresarial, se requiere que la búsqueda de la comprensión aparezca acertadamente divulgada en los planes empresariales, incluirla en los flujos de la dirección a todos los niveles y de estos a la dirección con efecto transversal. Para crear paz y progreso en la empresa mediante esta virtud resulta fundamental el ejemplo, más que el seguimiento. 



ÁNGEL MONTIEL CRISTALINO

angelmontielATL@blogspot.com

crescacocah@gmail.com 

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